martes, 26 de julio de 2011

Figura Humana en el periodo Mesolítico y Neolítico


Téngase en cuenta el profundo cambio de las relaciones sociales: descubrimiento de la agricultura, la ganadería y la cerámica y la vida sedentaria y urbana.

Las primeras muestras de este nuevo arte fueron descubiertas en España (1903) en el Barranco de Calapatá (Teruel), seguidas luego de nuevos hallazgos en las provincias del levante español, desde Lérida (también Lleida) a Almería.

Estas pinturas levantinas se encuentran siempre a plena luz del día, en abrigos naturales de fácil acceso. Nunca aparecen en cavernas oscuras y difíciles de descubrir. Destacan, entre otros, los abrigos de la provincia de Lérida (Cogul), Tarragona (Morella la Vella), Teruel (Charco del Agua Amarga), Castellón (Valltorta), Valencia (Araña) y Albacete (Alpera).

En la iconografía de estas pinturas, las imágenes nunca aparecen aisladas, y la figura humana se convierte en el centro y eje de las distintas composiciones pictóricas, verdaderas escenas que apenas tienen algo que ver con las representaciones mágico-religiosas de la pintura paleolítica. Las diferentes escenas de los abrigos levantinos revelan, asimismo, la existencia de un nuevo tipo de población, con actividades y modos de vida distintos. Incluso la fauna en ellas representada pertenece a un clima más cálido. El norte de Europa (Noruega, Suecia, Finlandia y norte de Rusia) tiene las mismas características, en líneas generales.

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